Cuando los metales están expuestos a la humedad, suelen oxidarse. Si el óxido llega al extremo de ocasionar agujeros, muchas veces no se puede hacer mucho por recuperar la pieza, pero si aún no ha llegado a capas profundas, la solución es lijar el metal oxidado.
Pero ¿Cómo lijar metal oxidado? ¿Qué abrasivos y herramientas se pueden usar para facilitar el proceso? ¿Qué medidas de seguridad se tienen que tomar para evitar problemas durante el lijado?
¿Cómo lijar metal oxidado?
El metal oxidado puede lijarse manualmente o con la ayuda de máquinas como lijadoras, taladros, amoladoras, etc. Lo ideal es empezar lijando las áreas más afectadas y luego seguir con las zonas menos perjudicadas por el óxido. Siempre hay que comenzar lijando con las lijas más ásperas y terminar con las de grano fino para un mejor proceso.
Si se usarán herramientas eléctricas para el lijado, lo ideal es asegurar bien la pieza a lijar para evitar que el movimiento cause accidentes.
Si aún quedan manchas de óxido luego de usar lijas potentes o máquinas rotativas para el lijado, se puede emplear lijas de metal, lo ideal es que para pequeñas manchas se usen lijas de grano 80. El lijado manual, final, es importante para acabar con las imperfecciones residuales, algunas incluso producidas por el mismo lijado con máquinas.
¿Qué lijas usar para metal oxidado?
Entre los productos abrasivos que pueden usarse para lijar, están los cepillos de cerda de metal, los discos de lijado (como los Norton Blaze Rapid Strip que eliminan el óxido sin dañar el metal), los cepillos mecanizados, lana para metales y las lijas.
El uso de las mejores herramientas va a depender mucho de la superficie que se desee lijar. Por ejemplo, cuando se quiere lijar rejas, se recomienda empezar con cepillos de lijado (o cepillos manuales) para luego utilizar lijas de grano 80 y 120.
Cuando se quiere lijar a mano superficies que estén muy dañadas por la corrosión, es probable que se necesiten más hojas de lija.
Si se utilizarán herramientas como taladros, amoladoras, angulares, etc. puede ser de más ayuda emplear un cepillo mecanizado.
Medidas de seguridad para lijar metal oxidado
Antes de iniciar el lijado de cualquier superficie, especialmente si esta está oxidada, es importante usar los implementos de seguridad.
El equipo de seguridad estará conformado por guantes de cuero, lentes de seguridad que protejan que el polvo del óxido ingreso a los ojos; orejeras y un respirador que evite la inhalación de partículas. Además de todo lo anterior, también puede ser necesario el uso de un delantal de protección que evite cortes y quemaduras durante el lijado.
Aunque el proceso de lijado pueda dejar las piezas como nueva, lo ideal es que, tras aquel, para evita que el óxido vuelta a aparecer se use un tratamiento antioxidante.